Basura en la Ciudad: 14 propuestas y una polémica

“Lo que se ha hecho en la Ciudad de Buenos Aires en el tema de la basura no alcanza. Se perdió el tiempo”, aseguró a Claves21 Sergio Abrevaya, presidente del Consejo Económico y Social porteño, un organismo multisectorial consultivo de los poderes públicos locales.

Contenedores de basura en la Ciudad de Buenos Aires

El Consejo Económico y Social de la Ciudad presentó recientemente el informe “14 pilares para un nuevo paradigma sobre los residuos sólidos urbanos”. En ese documento se enumeran recomendaciones medidas y políticas públicas en torno a la basura.

Abrevaya resaltó que “la basura no se debe desechar, sino que debe pensarse como algo que sirve para otra cosa”.

“Debe haber contenedores verdes y negros, de a pares, en toda la Ciudad. Por lo menos, esos dos, pero si la separación en origen se instala, podríamos pensar en una separación mayor”.

En la charla con Claves21, el titular del Consejo Económico y Social resumió las conclusiones de lo trabajado por esa institución en cinco puntos o recomendaciones para mejorar el sistema de recolección, tratamiento y disposición de la basura en la Ciudad de Buenos Aires:

  • Los actores vinculados a residuos “secos” deben tener mayores recursos e infraestructura que la que tienen hoy.
  • Tiene que haber equilibrio en la retribución por la recolección de desechos secos y húmedos para no atentar contra la sustentabilidad del sistema. “El reciclado tiene que ver mucho más con los secos”, argumentó el funcionario.
  • Atender las disparidades barriales. “El que recoge secos en Recoleta consigue en menos cuadras mucho más material económicamente redituable que el que está en Mataderos”, señaló Abrevaya.
  • Los tipos de generadores de desechos no deben ser catalogados por su actividad, sino por la cantidad de basura que producen. “A veces se producen injusticias. La basura debe ser medida por litros o kilos y a partir de ahí definir la vara para los grandes generadores”, puntualizó.
  • Contenedores verdes y negros, de a pares, en toda la Ciudad. “Por lo menos, esos dos, pero si el reciclado anda bien y la separación en origen se instala, podríamos pensar en una separación en origen mayor”, opinó.

“La gente reclama la multa, que aparece como un instrumento esencial de cualquier cambio cultural”.

Controles

Para Sergio Abrevaya, los controles realizados por el Gobierno de la Ciudad “no han sido buenos” y consideró que “la gente reclama la multa, que aparece como un instrumento esencial de cualquier cambio cultural”. “Hay posibilidad de incentivos de todo tipo, pero la multa parece ser un elemento central de la modificación de conductas”, expresó.

En cuanto a dificultades observadas para realizar controles y sancionar malas prácticas, Abrevaya señaló que, por ejemplo, “en el caso de los edificios hay que apelar todavía más al cambio cultural porque es muy difícil identificar el departamento que no cumplió con la separación de residuos porque es el edificio el responsable de sacar la basura separada.

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Campañas

Además de controles, multas e incentivos, el presidente del Consejo Económico y Social destacó la importancia de las campañas de información y sensibilización pública y está convencido de que “lo que se ha hecho hasta ahora no alcanza; las campañas deben ser muy intensas y sostenidas en el tiempo”. En ese sentido, el funcionario cree que “se perdió el tiempo” y que “todavía nos faltan diez años” en materia de difusión sobre qué hacer con los residuos.

Una encendida polémica

Organizaciones como la Fundación Ambiente y Recursos Naturales, FARN, expresaron su “preocupación por la posibilidad de incinerar residuos” en la Ciudad.

Es que el punto 10 de los “14 pilares” del informe del Consejo Económico y Social propone: “La disposición final de los desechos húmedos podrá hacerse mediante tratamiento térmico, valorización energética de residuos (waste to energy) u otra tecnología que en el futuro beneficie a la Ciudad de Buenos Aires”.

En un comunicado, FARN manifestó: “Llama la atención que una de dichas recomendaciones se vincule a una prohibición dispuesta en forma expresa por la misma ley de Basura Cero Nº 1854”.

Efectivamente, el texto legal, en su artículo 7 establece: “Quedan prohibidos, desde la publicación de la presente, la combustión, en cualquiera de sus formas, de residuos sólidos urbanos con o sin recuperación de energía, en consonancia con lo establecido en el artículo 54 de la presente ley. Asimismo queda prohibida la contratación de servicios de tratamiento de residuos sólidos urbanos de esta ciudad, que tengan por objeto la combustión, en otras jurisdicciones”.

“Algunas organizaciones se preocuparon porque el Consejo mencionó la valorización energética sin medias tintas, pero hemos dicho lo mismo que la ley de Basura Cero”.

Sin embargo, la misma ley, en su artículo 54, deja abierta la posibilidad de estas técnicas de tratamiento, pero sólo recién en “el supuesto de alcanzarse la meta del 75%” en la reducción de los residuos que van a disposición final tomando como base los niveles enviados al CEAMSE durante 2004, “siempre y cuando se garantice la protección de la salud de las personas y el ambiente”.

Consultado al respecto, Sergio Abrevaya pidió evitar utilizar el término incineración y defendió el concepto de valorización energética, que, según el funcionario, “en el mundo genera menores índices de contaminación que el aire mismo de las ciudades donde se aplica”. Y mencionó capitales como Berlín y Oslo.

No obstante, Abrevaya aseguró que lo que el Consejo Económico y Social recomendó “es lo mismo que dice la ley de Basura Cero”.

“Algunas organizaciones no lo leyeron así; se preocuparon porque el Consejo lo mencionó sin medias tintas, pero no hemos puesto metas temporales, hemos dicho lo mismo que la ley: ‘No hagas nada hasta que no hayas terminado con todo lo reciclable, y para el remanente podés pensar la termovalorización u otros métodos’”.

“El Consejo no estableció tiempos, sino que habló para adelante”, remarcó.

Basura en la Ciudad: estos son los “14 pilares para un nuevo paradigma sobre los residuos sólidos urbanos”

1.Hay que tratar a la basura como un recurso económico. El paradigma de las políticas públicas de residuos consiste en la reducción, el reciclaje y el reúso.

2. Cadena de valor. Debe existir integridad y sustentabilidad considerando la cadena de separación en secos y húmedos y los circuitos que los mismos tendrán tanto para reutilización y reciclado como disposición intermedia y final

3. La separación en origen deberá ser inicialmente al menos en dos: secos y húmedos.Se deberán aplicar distintos instrumentos para generar conciencia: educación ciudadana y campañas intensivas, sistematizadas y sostenidas en el tiempo, Sanciones por incumplimiento de los diferentes responsables de la cadena del sistema.

4. Deberá haber al menos dos tipos de contenedores para separar los residuos en húmedos y secos. Fortalecer la vigilancia y el mantenimiento en óptimas condiciones generales y de higiene de los contenedores a fin de garantizar la separación en origen de los desechos para su posterior ingreso en el circuito correspondiente.

5. Desarrollar políticas públicas que incentiven la organización de cartoneros independientes en cooperativas u otras formas de organización formal que ordenen y regulen su actividad para evitar la separación de los desechos en la vía pública. Tendiendo a la supresión de la tarea de separación de los desechos en la calle.

6. La recolección de secos se determinará de acuerdo con las particularidades de los barrios.

7. Lo reciclable o reutilizable debe separarse en centros verdes. Los responsables de recolectar secos serán también los mismos que separen en esas áreas o centros verdes para el reciclado definitivo y deberán contar con el mejor equipamiento y capacitación, acorde a la cantidad de lo recolectado.

8. La retribución por la recolección de desechos secos debe ser equitativa a la retribución de los desechos húmedos, pagar menos por la recolección de secos atenta contra la sustentabilidad del sistema

9. El objetivo principal será el mayor aprovechamiento de los desechos con tratamientos para reciclar o reutilizar, quedando como remanente del sistema los desechos para disposición final (residuos).

10. La disposición final de los desechos húmedos: podrá hacerse mediante tratamiento térmico, valorización energética de residuos (waste to energy) u otra tecnología que en el futuro beneficie a la Ciudad de Buenos Aires.

11. Se deberá homogeneizar la unidad de medida para la categorización de los generadores de desechos (por ej. medida de peso y volumen) y se podrán establecer coeficientes correctivos categorizando a los generadores por condición.

12. Asignar las responsabilidades de cada actor del circuito y aplicar las correspondientes sanciones en caso de incumplimiento.

13. Los poderes de la Ciudad deberán solicitar al Congreso de la Nación Argentina la aprobación de una Ley de Envases y Residuos Eléctricos y Electrónicos, enfatizando la responsabilidad social y ambiental de las empresas que los generan.

14. Se implementarán campañas de comunicación ciudadana, sistematizadas y sostenidas en el tiempo, orientadas a la realidad de los habitantes de las villas y asentamientos de emergencia. Asimismo se impulsará, allí donde no exista, la contenerización que permita la separación de los desechos en húmedos y secos, garantizando la recolección de los residuos respetando la separación realizada.

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