En busca de una educación diferente

La educación ambiental en el ámbito formal es una materia pendiente a nivel nacional. La falta de voluntad política para reformar los planes de estudio lleva a que no todos los chicos puedan acceder a la misma información. Educación Ambiental

La educación ambiental tiene como objetivo lograr que las personas incorporen costumbres sustentables en su vida, es decir, que tenga una relación amigable con el medio ambiente. Si bien puede impartirse en cualquier ámbito, a partir de talleres, campañas publicitarias, etc., es en la enseñanza formal, y sobre todo en los niveles inicial, primario y secundario, donde se incorporan a la vida cotidiana de forma más contundente y duradera el respeto por el medio ambiente.

La Asamblea General de las Naciones Unidas, a partir de la Resolución 57/254, declaró en diciembre de 2002 que el período 2005-2014 sería el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible. Su objetivo, en teoría, es firme: incorporar principios y prácticas del desarrollo sustentable a las políticas educativas en los países de la región. Sin embargo, queda en cada gobierno la aplicación y concreción de la práctica, por lo cual se convierte un azar sólo dominado por las políticas locales.

El Abogado ambientalista, Jorge Cuello, (ver Una propuesta integral para la educación ambiental) explica cuál es su postura en cuanto a la educación ambiental en el ámbito formal: “En las escuelas de enseñanza primaria y secundaria el abordaje de la problemática ambiental se realiza casi exclusivamente desde las ciencias naturales, sin considerar los contextos económicos, políticos, sociales y culturales en el que se desarrollan los procesos ambientales globales, nacionales y locales”.

Sin embargo, existen colegios con iniciativas propias que funcionan como la excepción a la regla. El Instituto González Pecotche es un colegio que lleva a cabo una propuesta integradora en cuanto a la educación medioambiental desde el nivel inicial. “Todos los años buscamos ejes que tengan que ver con un interés que se está produciendo a nivel mundial, por ejemplo el 2013 es el año internación del agua. A raíz de esto todos los grados y las salas de jardín han diseñado proyectos para tomar el tema del agua desde distintos enfoques, como su cuidado, la contaminación, las reservas de agua dulce en el mudo, etc.”, explica la directora del nivel primario, Mabel Landa.

El Instituto González Pecotche busca, a través de su ideario, que los chicos no sean indiferentes a lo que los rodea. “Queremos que sean participantes activos, colaborando con su medio, y sobre todo que aprendan a cuidar los bienes comunes”, continúa Mabel, y explica que el cuidado y el respeto por el medio ambiente atraviesan todas las disciplinas, desde la plástica y la música, hasta la historia, la lengua, las ciencias naturales y sociales.

El Estado debe promover la educación ambiental

Si bien este tipo de propuesta debería darse en todos las escuelas y secundarios del país, Jorge Cuello explica que falta voluntad política para llevarlo a cabo. En Argentina existen leyes ambientales “muy buenas”, que establecen que el Estado debe promover la educación ambiental, pero no se aplican. “No hay voluntad política, los contenidos vinculados a lo ambiental se deberían tratar a nivel nacional a través de los consejos federales de Medio Ambiente (COFEMA) y de Cultura y Educación en conjunto con las provincias, la Ciudad de Buenos Aires y el Estado Nacional. Pero salvo casos aislados no hay una política seria que lo haga cumplir”, enfatiza. Entre las leyes que nombran se encuentra La Ley Nacional de educación (N°26.206) y la Ley General de Ambiente (N°25.675) que establece a la educación como herramienta básica para “promover cambios en valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo sustentable”.

Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lleva adelante un plan denominado Escuelas Verdes, que busca “que los alumnos se formen con un conocimiento profundo acerca del ambiente y comprendan la influencia que tienen sus acciones sobre el mundo que los rodea” ya que es su responsabilidad “el presente y el futuro”. A través de actividades lúdicas, videos, propuestas didácticas y guías con contenidos sobre la temática ambiental, los chicos incorporan los contenidos de educación ambiental en todas las áreas y materias. Además, para que los profesores estén actualizados, se dictan cursos y talleres gratuitos durante todo el año.

En el González Pecotche, buscando poner a los chicos en contacto con la realidad y su entorno, los alumnos realizan campañas y folletos con consejos para los vecinos. Sobre esto, Mabel Landa dice: “Refuerza el aprendizaje, lo hace más profundo. Queremos que los chicos puedan estar más atentos, ya que es de mucho interés para todos”. Además de tener una huerta donde aprenden desde hacer la tierra a partir de basura a llevar a cabo su propia siembra, también plantaron dos árboles nativos de la Ciudad, anacahuitas, en la puerta de la escuela. “Carlos Bernardo González Pecotche decía que ´la naturaleza es la primera maestra del hombre´, y a partir de analogías entre la naturaleza y la vida de las personas es que los chicos incorporan conocimientos tan importantes”, finaliza la directora de la institución.

Por su parte, el abogado ambientalista Jorge Cuello todavía no pierde las esperanzas. “En los últimos años hay una revalorización de la educación ambiental. Más allá de la moda y el marketing, se empezó a incorporar con más fuerza en diferentes sectores de la sociedad, pero es fundamental que se reformen los planes de educación, para que los alumnos lo incorporen a su vida cotidiana”, concluye.

Fuentes:

– Jorge Cuello, abogado ambientalista y docente de la Facultad de Derecho de la UBA: cuellojorge76@gmail.com

– Instituto González Pecotche: http://www.igp.esc.edu.ar/

– Programa “Escuelas Verdes”: http://www.buenosaires.gob.ar/escuelasverdes

Licencia de la foto: CC BY SA

Foto original: http://bit.ly/1auYbli

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