La Coalición Río Santa Cruz Sin Represas, integrada por organizaciones ambientalistas, reclamó al gobierno la suspensión de la construcción de las represas Kirchner-Cepernic sobre el Río Santa Cruz, luego de la aprobación de la factibilidad de las obras.
El gobierno nacional aprobó la factibilidad de las obras a través de una resolución conjunta de los ministerios de Energía y de Ambiente, publicada en el Boletín Oficial. Para tomar esta decisión, la administración de Mauricio Macri realizó una serie de estudios para evaluar el impacto ambiental del proyecto, requisito que había sido ordenado por la Corte Suprema de Justicia.
Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Aves Argentinas, Banco de Bosques, Flora y Fauna, Fundación Naturaleza para el Futuro (FuNaFu) y Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) alertaron sobre las inconsistencias técnicas del Estudio de Impacto Ambiental de las represas, así como falta de información y de estudios que avalen la luz verde al proyecto.
“Es evidente la falta de idoneidad en los técnico. Muchos trabajos de campo fueron realizados durante épocas inapropiadas del año como para tener un verdadero diagnóstico de riesgos. Por ejemplo, los trabajos de evaluación en el estuario, fueron realizados en momentos cuando toda la población del macá tobiano se encuentra aún nidificando en las lagunas del oeste de la provinciaâ€, afirmó Hernán Casañas, Director Ejecutivo de Aves Argentinas.
Las ONGs también resaltaron que dicho estudio fue elaborado por Emprendimientos Energéticos Binacionales (EBISA), empresa de capital estatal. El Presidente de EBISA es el actual Subsecretario de Energía Hidroeléctrica, Jorge Hugo Marcolini, quien antes de asumir como funcionario público –diciembre de 2015-, se desempeñó como consultor privado promoviendo la construcción de las represas, entonces llamadas “Condor Cliff†y “La Barrancosaâ€.
Con el objetivo de generar conciencia, la coalición presentó el documental “Matar al Río: Represas a cualquier costo en Santa Cruzâ€. El documental suma nuevos actores al debate y no sólo cuestiona las represas hidroeléctricas sino que se pregunta sobre el modelo de desarrollo para la Argentina. Científicos, pobladores, referentes de la sociedad civil y funcionarios son protagonistas y voz de esta naturaleza amenazada.