“Las políticas de adaptación al cambio climático pueden ser un motor de desarrollo”

Joseluis Samaniego, de CEPAL, durante su intervención en Euroclima+ 2018 en Buenos Aires.

Joseluis Samaniego, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dio ejemplos de reformas que los países de la región pueden hacer para ir hacia economías bajas en carbono, disminuir los impactos negativos del cambio climático y cumplir con el Acuerdo de París.

Joseluis Samaniego, de CEPAL, durante su intervención en Euroclima+ 2018 en Buenos Aires. Foto: Damián Profeta. Licencia CC BY 2.0.
Joseluis Samaniego, de CEPAL, durante su intervención en Euroclima+ 2018 en Buenos Aires. Foto: Damián Profeta. Licencia CC BY 2.0

Entrevistado en Buenos Aires, el director de la división de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la CEPAL analizó distintas políticas públicas en movilidad urbana, energía y consumo.

Samaniego sostuvo que “hay que ir hacia sistemas de transporte público bajos en carbono en América Latina” y subrayó que en la región “sólo cuatro países implementaron reformas fiscales ‘verdes’: Chile, México, Colombia y Argentina, con impuestos al CO2”. Asimismo, propuso la creación de “un IPCC del transporte”, en referencia al Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático, pero orientado exclusivamente a movilidad y transporte.

Joseluis Samaniego fue uno de los oradores principales del encuentro Euroclima+, que reunió a funcionarios latinoamericanos, autoridades de la Unión Europea y representantes de agencias de cooperación internacional para discutir el financiamiento de políticas contra el cambio climático en la región.

Video: el trabajo de CEPAL sobre cambio climático en 30 segundos

Indicadores de adaptación al cambio climático

“Hay algunos países que ya tienen indicadores de adaptación al cambio climático, lo que nos pone frente a métricas importantes para reducir la vulnerabilidad a la que está expuesta una parte de la población”, ponderó Samaniego, al tiempo que destacó que esos casos pueden servir de “escuela regional” donde otros países “puedan ir adoptando sus índices de adaptación junto con, por ejemplo, previsiones de lo que la adaptación puede representar en términos de empleos, ahorro en daños materiales y tracción sobre el Producto Interno Bruto”.

“Como en otras épocas en que los programas de obra pública eran motores de desarrollo -y aún lo son-, hoy, las políticas de adaptación al cambio climático también tienen el potencial de ser motores de desarrollo en América Latina”, enfatizó el directivo de la CEPAL.

Políticas de mitigación del cambio climático

Joseluis Samaniego resaltó que en la región funcionan algunas políticas de mitigación del cambio climático, como “el cambio en la forma en que se evalúa la inversión en el sector público, con un precio social del carbono o la modificación de tasas de descuento”.

“Es necesario quitar los incentivos perversos, como los subsidios a actividades que están destruyendo el medio ambiente”.

“Creemos, también, que puede haber normas mínimas de operación de calidad sobre los servicios públicos. La banca del desarrollo puede jugar un papel importante en esta materia y eso puede empezar a generar precios de referencia e incentivos hacia el sector privado”, expresó.

Al mismo tiempo, el economista remarcó que “es necesario también quitar los incentivos perversos, como los subsidios a actividades que están destruyendo el medio ambiente, y tener mucho cuidado en los impactos distributivos, de modo que los recursos que se obtienen de esas actividades puedan regresar a los segmentos de la población a proteger”.

Patrones de consumo y patrones de producción

Para Samaniego, “hay una oportunidad muy grande de desarrollo en la medida en que los países muevan los patrones de consumo junto con los patrones de producción”.

“El Acuerdo de París nos está pidiendo que hagamos caber la economía en un presupuesto ambiental decreciente”.

“Toda la región tiene un problema de congestión urbana, de contaminación y de un gran uso -y con tendencia creciente- de la movilidad privada. Entonces, hay una oportunidad muy grande de mejorar la movilidad pública. Eso es parte del patrón de consumo, pero esos vehículos que permitirían satisfacer la demanda de un mejor patrón de movilidad se podrían estar produciendo en la región y se generarían empleos, tracción sobre el PIB y ahorro de divisas, en lugar de mandar esa demanda hacia la importación de vehículos producidos en el extranjero”, ejemplificó.

“Como ese ejemplo hay otros en agricultura sostenible, en movilidad sostenible, en electrificación con energías renovables, de combinar un mejor patrón de consumo con un mejor patrón de producción y aprovechar de mejor manera el espacio ambiental disponible, porque el Acuerdo de París nos está pidiendo que hagamos caber la economía en un presupuesto ambiental decreciente en el tiempo”, concluyó Samaniego.

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