Vaca Valiente produce objetos de escritorio para el hogar y la oficina elaborados con cuero reconstituido, una variante ecológica del tradicional material. Sus diseños, presentes en más de 25 países, buscan concientizar acerca de la contaminación que implican los procesos de curtiembre.
Uno de los materiales tradicionalmente presentes en el diseño argentino es el cuero. Carteras, zapatos, sillones, camperas, accesorios y mucho más. Todo es producido con este material muy consolidado en la moda argentina.
En su estado natural, el cuero no podría ser utilizado para elaborar estos productos ya que se pudriría extremadamente rápido. Por ello, los fabricantes tratan el material de diversas formas contaminantes para asegurarse que esto no ocurra y que además no se ponga rígido con el frió o flácido con el calor. Además, este proceso de curtiembre implica una contaminación de las aguas ya que se vuelcan en ellas las proteínas solubles liberadas por los cueros y los remanentes químicos de los procesos realizados.
Matías Fernández y Pedro Reissig observaron esta realidad y por ello decidieron comenzar una alternativa de diseño que tuviera en cuenta el proceso de contaminación generado por este material. Así nació Vaca Valiente, una empresa destinada al diseño y la producción de objetos de escritorio para la oficina y el hogar tematizados en forma de animales y otras formas originales.
En busca de una opción sustentable
Nueve años atrás, Fernández y Reissing iniciaron una búsqueda de cuál era la oportunidad para el cuero en el mundo del diseño. “Con Pedro nos dimos cuenta que el cuero no se estaba utilizando de una manera eficiente ya que sus procesos de curtiembre son muy contaminantes. Empezamos a experimentar con diferentes variantes del material y así llegamos al cuero reconstituidoâ€, describe Fernández.
Esta variante ecológica del cuero fue la elegida por los diseñadores para iniciar su línea de producción. El cuero reconstituido está compuesto por fibras del material provenientes de desperdicios industriales que generalmente terminan en rellenos sanitarios, generando toneladas de basura todos los años. Para su producción, dichas fibras son molidas y mezcladas con ligantes y luego terminadas en distintos espesores con diversas características, según el uso y la exigencia requeridas. “Este aprovechamiento del material no sólo reduce la contaminación sino que ayuda a que se utilice menos cuero naturalâ€, remarca Fernández.
Los objetos trabajados por los emprendedores varían sus diseños entre varias colecciones. Mascotas, Jugar, Origami y Desde el Jardin son las principales líneas de objetos, con funciones que van desde porta celulares hasta ordenadores de escritorio. Así, en la línea Mascotas crearon el conejo portapreservativos, los canguros de oficina, gatos de tocador, chanchos alcancía y gallinas de mesa.
“Vaca Valiente es un tributo a la vaca, como símbolo a una vida sin miedo y sin prisaâ€, dice su eslogan, que sintetiza la idea con la cual el equipo de diseñadores crea sus productos.
En el 2004, la empresa lanzó su primera línea de objetos que fue expuesta y comercializada en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). “Fue un primer acercamiento a utilizar el cuero de otra manera†evalúa Fernández.
Desde ese momento, el camino recorrido ha sido largo y uno de sus hitos más destacados fue la llegada al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA). “Todos los años el museo realiza un programa destinado a exhibir el diseño de algún país o ciudad y en el 2007 eligieron a Buenos Aires. Llevamos tres productos: El chancho alcancía, la oruga contenedora y el canguroâ€, explica Fernández.
Actualmente Vaca Valiente produce entre tres y cinco mil piezas por mes y todavía no tiene una tienda propia en Buenos Aires. Sin embargo, sus productos ya están presentes en más de 25 paises y, entre los lugares destacados, se exhiben en las tiendas del MALBA y del MOMA.