Con más de cinco millones de dólares invertidos hasta ahora en lo que ha sido descripto como uno de los principales proyectos mineros binacionales del mundo, Barrick Gold continúa con el pie en el freno en Pascua Lama, con la esperanza de resolver sus problemas legales en Chile tan pronto como sea posible, mientras busca nuevos inversionistas que se sumen al proyecto.
Al mismo tiempo y a pesar del énfasis de Barrick en los potenciales beneficios del proyecto tanto para Chile y Argentina, grupos ecologistas siguen pidiendo la revocación de los permisos ambientales de la mina debido a los riesgos potenciales que podría tener sobre los ríos y los glaciares de la zona, los cuales ya se habría visto afectados.
“El proyecto no ha sido abandonado, hemos reducido temporalmente el ritmo de construcción. Era imposible seguir mantener el ritmo de trabajo que veníamos sosteniendo teniendo en cuenta que la compañía registró US$10.370 millones de pérdidas el año pasado y que el precio del oro se redujo mucho. A las dificultades económicas se sumaron en Chile asuntos de índole legal y requerimientos regulatorios”, fuentes en Barrick aseguraron a Claves21.
Ubicado en la Cordillera de los Andes en la frontera entre Argentina y Chile, Pascua Lama es un proyecto minero a cielo abierto de oro, plata, cobre y otros minerales. Contiene depósitos estimados de 18 millones de onzas de oro y 676 millones de onzas de plata, con un 75 por ciento de los depósitos ubicados en Chile y un 25 por ciento en Argentina. Fue posible su desarrollo con la adopción del Tratado de Integración y Complementación Minera, que permite explorar y explotar yacimientos minerales que se sitúan en la frontera.
“Pascua Lama tiene una de las historias más escandalosas del sector minero. Es como un nuevo país propiedad de Barrick surgido en las montañas a partir de leyes y tratados especiales creados para la empresa. La frontera fue borrada para la empresa y lo único que les falta es crear su propia bandera. Quieren replicar este modelo en toda la cordillera”, afirmó Enrique Viale, presidente de la Asociación de Abogados Ambientalistas.
Las numerosas peleas legales con ambientalistas en Chile llevaron a Barrick a frenar la construcción de Pascua Lama en Chile en octubre de 2013 como parte de un programa de reducción de costos. La empresa asegura que ya gastó más de US$5.000 millones en Pascua Lama y espera poder retomar el proyecto, algo que dependerá de la resolución del litigio que actualmente enfrenta en Chile.
“La decisión de retomar el ritmo que teníamos en la construcción de Pascua Lama se basará en una mejoría de las condiciones económicas para el proyecto, tales como costos futuros, las perspectivas para el precio de los metales y una menor incertidumbre asociada a asuntos legales y otros requerimientos regulatorios en Chile”, fuentes de Barrick aseguraron.
A pesar de que la construcción en Chile está actualmente paralizada, unas 300 personas todavía están trabajando en tareas de mantenimiento en el lado argentino, donde se encuentra la parte industrial del proyecto.
“El proyecto se va a reflotar porque beneficia a ambos países e incluso a las comunidades que protestan. Imagino que los problemas legales se resolverán a finales de 2015 y la construcción se terminará a finales de 2016 por lo que recién en esa fecha el material se podrá comenzar a extraer. El hecho de que este parado en Chile repercute en Argentinaâ€, afirmó Jaime Bergé, titular de la Cámara Minera de San Juan.
Corte Suprema
El próximo paso en la pelea judicial lo dará la Corte Suprema de Chile, la cual deberá comenzar a escuchar los alegatos del caso después de la apelación de Barrick a la multa de US$16 millones impuesta por incumplimientos en Pascua Lama. La apelación tuvo lugar después de un confuso fallo en marzo en el cual se revocó la multa, la más alta en la historia judicial del país, por supuestos errores de la Superintendencia de Medio Ambiente de Chile (SMA).
Mientras tanto, grupos ecologistas en Chile encabezados por la Asamblea Río Huasco reclaman a que se revoque el permiso ambiental de Barrick y se frene completamente el proyecto. Los ambientalistas aseguran que Pascua Lama implica la destrucción de 20 hectáreas de hielo glaciar y la contaminación del agua utilizada por los 70.000 agricultores del Valle del Huasco con metales pesados como mercurio y ácido sulfúrico.
“El ecosistema glaciar sería destruido y nuestros ríos se contaminarán con metales pesados. Solíamos tener sedimentos en los ríos durante 15 días en el verano y ahora los tenemos por más de dos meses, perjudicando la cosechaâ€, afirmó Constanza San Juan, miembro y vocera de la Asamblea Río Huasco.
El impacto en los glaciares es lo que preocupa a la mayoría de los ambientalistas en Chile, quienes están impulsando una legislación para proteger los glaciares en el país trasandino. Argentina ya cuenta con su Ley de Glaciares pero la misma estaría siendo violada a partir de Pascua Lama y por eso ONG’s tienen hace seis años una causa abierta en la Corte Suprema para frenar el proyecto y evitar un potencial daño.
“La gente en Chile está conmocionada por el impacto que Barrick podría causar en los glaciares. Tenemos que tener una ley con el fin de protegerlos. La empresa ya cometió demasiadas irregularidades como ocultar información a la justicia y desconocer las normas ambientales localesâ€, sostuvo Matías Asún, director de Greenpeace Chile.
Sin embargo, Barrick asegura que las críticas de los ambientalistas son erróneas ya que la empresa no ha recibido multas por daños ambientales y los permisos ambientales otorgados para Pascua Lama impiden cualquier tipo de intervención sobre los glaciares o contaminación de los ríos de la zona.
“Las únicas sanciones que la empresa recibió fueron por obras del sistema de manejo de agua que no fueron efectivas para contener el aumento del flujo causado por los deshielos del verano. La empresa informó oportunamente este incidente a la autoridad y no provocó contaminación de las aguas del rioâ€, fuentes en Barrick aseguraron.
Foto Flickr Creative Commons (CC BY-NC-SA 2.0) por Antitezo