El cierre de la COP2 del Acuerdo de Escazú, el tratado regional sobre derechos ambientales, estuvo caracterizado por los avances alcanzados en la reunión en Buenos Aires y por los reclamos de mayor participación de los pueblos aborígenes en los espacios institucionales de ese acuerdo.
El Acuerdo de Escazú es un instrumento legal internacional para que se garantice en los países de América Latina y el Caribe el efectivo cumplimiento de los derechos de acceso a la información, la participación pública y el acceso a la Justicia en asuntos ambientales. Asimismo, obliga a los Estados a proteger a activistas y defensores ambientales, que en muchos países de la región son amenazados, perseguidos y asesinados.
Entre las intervenciones durante la clausura de la COP2 de Escazú, se destacó la de Oscar Daza Gutiérrez, indígena del pueblo Coreguaje de la Amazonía colombiana, que asistió a la cumbre en representación de Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC).
“Queremos reiterar la necesidad de garantizar un mecanismo de participación con enfoque intercultural. Los pueblos indígenas tenemos una cosmovisión propia que interconecta la espiritualidad, nuestra cultura, nuestro territorio, nuestra autonomía y gobernanza”, señaló el representante aborigen.
“Es importante que nuestras voces y saberes tengan un espacio propio y diferenciado de participación con enfoque intercultural en el que se pueda canalizar nuestra participación y nuestras propuestas. Es imprescindible si queremos cumplir el espíritu del Acuerdo de Escazú”, enfatizó Daza Gutiérrez en su intervención, que fue aplaudida por los delegados de los gobiernos presentes.
Discurso de Oscar Daza Gutiérrez en la COP2 del Acuerdo de Escazú:
“Esperamos ser tenidos en cuenta”
En diálogo con Claves21, Oscar Daza Gutiérrez consideró que “fue positivo poder tener presencia en la COP2 de Escazú como pueblos indígenas de la Amazonía colombiana”.
Sobre la demanda de más espacios de participación para los pueblos aborígenes, evaluó: “Si bien ahora es un poco difícil que podamos tener una participación directa, queremos que nuestras propuestas sean recogidas por los Estados. Los representantes de los gobiernos nos escucharon y esperamos ser tenidos en cuenta”.
“Todavía viene un trabajo grande que es hacer mucho trabajo de incidencia para que nuestras propuestas sean incluidas en la agenda de la próxima reunión del Acuerdo de Escazú, la COP3, en Chile, y en eso vamos a insistir”, concluyó Daza Gutiérrez.
Desde #SaberesIndígenasEnEscazú exigimos representación de pueblos indígenas en el grupo de trabajo ad hoc sobre defensores y por un mecanismo propio de participación.
— Oscar Daza Gutierrez (@OscarDazaGuti) April 22, 2023
“Tenemos que salir todos a la calle”
Representantes de pueblos aborígenes junto a organizaciones ambientalistas también marcharon por las calles de Buenos Aires hasta la puerta del hotel en el que se desarrollaba la COP2 del Acuerdo de Escazú para exigir la implementación de ese tratado y la protección de defensores y defensoras ambientales bajo la consigna “Justicia ambiental es justicia social“.
Orietta Llauca, abogada y ambientalista mapuche, quien vino desde Chile para la marcha, le señaló a Claves21 que se sumó a la manifestación “porque a la Ñuke Mapu (Madre Tierra) no le queda tiempo. Tenemos que salir todos a la calle si queremos que las futuras generaciones tengan dónde vivir”, subrayó.
En 2024, la COP3 del Acuerdo de Escazú se realizará en Chile y entre los principales temas a tratar se destaca la aprobación de un plan de acción sobre defensoras y defensores de derechos humanos en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe.